Dragon Ball Z: Kakarot
Como si hubiera sido Goku recorriendo el
Camino de la Serpiente, parecía que nunca iba a llegar el lanzamiento de Dragon
Ball Z Kakarot, el nuevo juego de rol de acción concebido por los muchachos de
CyberConnect2. La expectación era alta porque, como muchos fans pedían, en esta
ocasión podemos revivir toda la historia de Dragon Ball Z, desde la llegada de
Raditz hasta la batalla final con Buu, pero desde una perspectiva más rolera.
En Dragon Ball Z Kakarot no hay modos Versus
(olvidaos de cualquier opción multijugador, a no ser que llegue en algún
hipotético DLC futuro), ni nada extra en ese sentido. Solo podemos jugar la
historia, pero desde una perspectiva bastante abierta. Comenzamos manejando a
Goku, claro, pero a medida que avancemos por los diferentes acontecimientos de
la trama, nos tocará controlar a otros personajes. Así, durante el
entrenamiento antes de la llegada de los saiyans, controlaremos a Gohan y a
Piccolo, pero en algunos momentos de la saga de Cell manejamos a Trunks, por
ejemplo. Por si os lo preguntáis: no se incluyen sagas correspondientes a las
de las películas (no esperéis ver a Broly o a Garlic Jr., por ejemplo), aunque
de vez en cuando hay pinceladas que lanzan homenajes a esas pelis o a episodios
de relleno. Por ejemplo, es posible aprender el Ataque del Dragón con Goku.
Este juego de Dragon Ball se articula en
torno a un mundo abierto que podemos explorar caminando, corriendo o volando.
Tenemos diferentes lugares icónicos de Bola de Dragón para explorar, como la
Tierra Sagrada de Korin, West City, las islas que rodean Kame House o el propio
planeta Namek. En estos lugares encontramos puntos que inician los
acontecimientos principales, pero también hay muchas otras tareas que podemos
cumplir a nuestro antojo. Por un lado, tenemos misiones secundarias,
que suelen consistir en disputar algún combate suelto o en buscar determinados
objetos.
Además de todo ello, hay unos cuantos
minijuegos curiosos, que vamos desbloqueando poco a poco y tienen cierta
gracia: podemos pescar enormes peces o batear en partidos de béisbol, por
ejemplo. En ambos casos, la dinámica se basa en sencillos quick time events con
los que pulsar un botón en el momento justo.
También, a base de cumplir toda clase de
careas, podemos desbloquear cromos, los cuales nos muestran imágenes de trading
cards japonesas de Dragon Ball Z, con ilustraciones muy chulas.
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